Con la reciente aprobación de la ley que autoriza a los serenos municipales a utilizar pistolas eléctricas como armas no letales, muchas municipalidades en el Perú se preparan para implementar esta tecnología en sus estrategias de seguridad ciudadana. Sin embargo, no se trata solo de comprar dispositivos: se requiere una evaluación técnica, legal, logística y presupuestal responsable. Este artículo brinda una guía clara para que los gobiernos locales tomen decisiones informadas al respecto.
1. Cumplimiento del marco legal vigente
El primer paso es asegurarse de que la adquisición y uso de pistolas eléctricas cumpla con la normativa actual. La ley establece:
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Uso exclusivo para serenazgos municipales debidamente registrados.
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No existe una legislación específica que regule el uso de pistolas eléctricas por parte de civiles.
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Capacitación obligatoria del personal.
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Registro y control del equipo asignado.
Las municipalidades deben verificar que el proveedor esté alineado con los requisitos del Ministerio del Interior y con las condiciones técnicas exigidas por la ley.
2. Evaluar las especificaciones técnicas de las pistolas eléctricas
No todas las pistolas eléctricas son iguales. Para un uso institucional y seguro, es indispensable revisar características como:
Especificación | ¿Por qué es importante? |
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Rango de alcance (mín. 4-5 m) | Permite actuar a distancia, ideal para operativos urbanos |
Nivel de voltaje controlado | Garantiza inmovilización sin daño letal |
Capacidad de registros | Facilita auditorías internas y control de uso |
Activación automática de bodycam | Aporta evidencia y protege al sereno y a la institución |
Sistema GPS integrado | Monitoreo en tiempo real y geolocalización |
Resistencia y durabilidad | Uso continuo en exteriores y climas adversos |
Elektrored, por ejemplo, integra todas estas funciones, adaptadas a las necesidades operativas del serenazgo peruano.
3. Capacitación y protocolo de uso de las pistolas eléctricas
Una pistola eléctrica debe ir acompañada de un protocolo de actuación bien estructurado. El personal necesita formación en:
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Uso técnico del dispositivo.
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Principios legales y derechos humanos.
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Evaluación de escenarios de uso.
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Mecanismos de reporte posterior al uso.
Esto permite una implementación segura y reduce el riesgo de malas prácticas o denuncias.
Más información: ¡Atención municipios! Serenos podrán usar pistolas eléctricas: actualiza tus protocolos
4. Integración tecnológica y trazabilidad
El uso de pistolas eléctricas debe ser auditado y transparente. Es recomendable optar por modelos que incluyan:
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Registro de descargas (voltaje, hora, operador).
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Integración con sistemas de videovigilancia como bodycams.
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Plataforma web o app para la revisión del historial.
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Alertas automáticas en caso de uso no autorizado.
Estas características no solo mejoran la supervisión, sino que fortalecen la defensa institucional ante cualquier reclamo.

5. Consideraciones presupuestales y de mantenimiento
Más allá del precio de compra, se deben tener en cuenta:
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Costos de recarga, mantenimiento o repuestos.
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Soporte técnico y garantía del proveedor.
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Disponibilidad de repuestos a nivel nacional.
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Licencia de software o plataforma, si aplica.
Un proveedor confiable debe ofrecer no solo el producto, sino un servicio posventa y acompañamiento operativo continuo.
Conclusión
La adquisición de pistolas eléctricas por parte de una municipalidad debe ser el resultado de una decisión técnica, legal y estratégica. Más allá de su capacidad para mejorar la seguridad ciudadana, es esencial garantizar un uso correcto, responsable y auditado. Con modelos como los de Elektrored, que ofrecen registro digital, geolocalización y activación automática de bodycams, las municipalidades pueden implementar esta tecnología con eficiencia, transparencia y legitimidad.